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El comisario Vera, responsable de la unidad donde se cocinaron y empaquetaron las hamburguesas, dijo que “no hay rubro, no hay presupuesto, hacemos lo que podemos”.
La jefa de la división Presupuesto de la dirección Administrativa de la Policía, oficial inspector Lourdes Irala, por su parte, dio a entender que la institución no estaba obligada a dar de cenar a los agentes en el estadio de los Defensores del Chaco, ya que cada uno tiene una asignación mensual de G. 729.000 sobre su salario para alimentación.
“Eso no fue una cena, sino un refuerzo de alimentación. Fue más bien por una cuestión humanitaria que se repartieron las hamburguesas, de manera a reforzar las horas que estaban de servicio”, señaló la oficial.
Irala dijo que el Estado le paga a cada policía para que cubra su alimentación durante su trabajo.
Invocó el artículo 5º de la Ley 4493 del año 2011, que dice que “los componentes de las fuerzas públicas, en actividad, percibirán una unidad básica alimentaria en forma mensual, equivalente al 40% (cuarenta por ciento) del salario mínimo legal vigente, para cubrir su alimentación durante el servicio ordinario a cualquier hora y día de la semana”.
La agente reconoció que la Policía maneja un presupuesto anual de G. 25.000 millones para alimentación, pero dijo que gran parte de ese monto ya está comprometido en ejercicios anteriores, por lo que el monto líquido que disponen llega apenas a unos G. 3.000 millones.
Señaló que esa plata debe ser utilizada prioritariamente para la alimentación de los alumnos de los institutos de formación policial y para el servicio especial en el Norte.
“Nosotros no disponemos de presupuesto. Hacemos un esfuerzo muy grande para darle eso que se dio. Es lo que nos alcanza el presupuesto. Cada personal policial debe hacerse cargo de su alimentación”, remarcó Irala.