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El cadáver fue identificado como Francisco Javier Espínola Fernández (23), quien era buscado por la policía desde el pasado 18 de abril, a raíz de una denuncia de violencia doméstica de parte de su concubina. Además cuenta con un antecedente por robo agravado (asalto) en 2017 y tenía varias restricciones.
El cadáver del infortunado fue encontrado en un patio baldío del barrio Santa Lucía de la compañía Toledo Cañada de Capiatá, situado en el Km. 24 de la Ruta 2 “Mcal. Estigarribia”.
De acuerdo a los datos de la subcomisaría 01ª Central de Toledo Cañada, el cuerpo estaba ya en proceso de descomposición cuando a las 9:00 fue encontrado por un vecino quien alertó a la citada dependencia policial.
El cadáver fue reconocido por su madre, quien acudió al sitio del hallazgo y contó que no había sabido de él desde la denuncia que le hizo su pareja por violencia intrafamiliar.
De acuerdo a los antecedentes, el marginal había escapado de la Policía el pasado 18 de abril cuando fueron a arrestarlo. Los agentes localizaron después la motocicleta en la que huyó, pero no a él.
El médico forense del Ministerio Público, Víctor Benítez, encontró en la víctima varias heridas cortantes y profundas en el pecho y abdomen. Diagnosticó como probable causa de muerte “traumatismo penetrante de tórax”. La Policía investiga el caso como un posible asesinato.
Francisco Javier Espínola fue capturado el 23 de junio del año pasado en Capiatá junto con otros tres jóvenes como sospechosos de ser integrantes de una banda de “motochorros”.