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COLONIA PIRAY, Departamento de Amambay (Iván Leguizamón, Javier Cabañas y Rodrigo Estela, enviados especiales; Omar Acosta, corresponsal). El “cuartel” de narcotraficantes que fue desmantelado el miércoles último por la Policía Nacional estaba en una región de montes y serranía minada de plantaciones de marihuana que estaban a punto de ser cosechadas.
Un sobrevuelo en el lugar de operaciones policiales permitió ver los marihuanales, varios de los cuales presuntamente eran manejados por la gavilla binacional que fue desarticulada dicho día, al ser abatidos cinco de sus integrantes y la captura de otros seis, entre ellos su cabecilla, Roberto Núñez Portillo (34), quien fue herido y está en recuperación en el Hospital de Trauma, con custodia policial.
Además, una docena se habrían dado a la fuga. Al menos hasta ayer la Policía seguía buscando a los evadidos por aire y tierra en la zona del enfrentamiento. La mayoría de ellos son brasileños, miembros de una célula de la gavilla Comando Vermelho que fueron acogidos y escondidos por marihuaneros paraguayos, que a su vez estaban enfrentados contra el clan de Capitán Bado dirigido por el fugitivo Felipe “Barón” Escurra.
El helicóptero Ángel 15 de la Policía y fusileros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de San Pedro fueron desplegados en el recorrido aéreo realizado ayer en busca de los fugitivos.
Varias de las plantaciones detectadas desde el aire fueron arruinadas cuando el helicóptero hacía pasadas a baja altura sobre ellas de manera deliberada, para que el viento generado por las hélices cortara las ramas y esparciera la droga picada que estaba en proceso de secado sobre carpas de hule.
Si la propia Policía o la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) no intervienen ahora y eliminan esos cultivos avistados fácilmente, dentro de un mes estos producirían por lo menos 100 toneladas de marihuana que serían llevadas a las calles y comercializadas por grupos criminales.