Gariazu, preocupada en el día del homicidio

LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). Ayer se inició el juicio oral y público por el asesinato de la funcionaria judicial de esta ciudad Verónica Gariazu (29). Declararon cinco testigos, entre ellos, la madre, María Teresa Escobar, quien aseguró que los amigos de su hija sabían que ella era constantemente amenazada y acosada por la principal sospechosa e imputada en el caso, Ninfa Morales, quien era amiga y compañera de trabajo de la víctima.

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Los únicos procesados en el caso son Ninfa Morales, quien era amiga y compañera de trabajo de Verónica, y el guardia de seguridad del barrio donde vivía Morales en aquel entonces. Ambos son los principales sospechosos del caso. Ellos decidieron declarar últimos en el juicio, ayer.

Los primeros cinco en declarar fueron Román Aguilera (conocido de Morales), Óscar Rivarola (compañero de trabajo de Gariazu), Juan Silvino Medina (oficial de criminalística), Rodrigo Blanco (abogado, exjefe de Verónica en su bufete) y María Teresa Escobar (madre de la víctima).

Óscar Rivarola, abogado de la oficina de Rodrigo Blanco, señaló que en el día del crimen Verónica estuvo muy pendiente de su celular. “La noté como preocupada. Ella siempre fue alegre y ese día no estaba así. No me saludó como todos los días. Fue como si esperara alguna llamada o mensaje. Al día siguiente me avisaron que estaba muerta y fui junto a su familia”, expresó.

Luego aseguró que los agentes policiales y fiscales sí fueron al bufete perteneciente a Rodrigo Blanco, donde trabajaba Verónica en las tardes después de su labor en el Poder Judicial de Luque, y que de ahí “se llevaron” todo lo necesario para la investigación. Agregó que no fue necesario un allanamiento debido a que pusieron todo a disposición de las autoridades. 

Respecto a la víctima, señaló: “Era la secretaria privada política. Manejaba la agenda política de Rodrigo Blanco”. Esto fue al ser consultado por la agente fiscal Cynthia Espínola sobre el desempeño de la víctima en el estudio jurídico.

Agregó que la “única vez” que vio a Ninfa Morales en la oficina de Blanco fue en el cumpleaños de Verónica, donde dicha principal sospechosa del asesinato obsequió una torta a la víctima.

Por su parte, Juan Silvino Medina, oficial de Criminalística, Mencionó que no pudo determinar si Verónica Gariazu fue asesinada en el mismo lugar donde la encontraron.

Durante el desarrollo del juicio, el concejal Rodrigo Blanco, hijo del ministro de la Corte Sindulfo Blanco, fue el tercero en declarar y de forma contundente dijo que la acusada Ninfa Morales es “hábil, muy calculadora, muy manipuladora y que en lo político sabía cómo convencer a la gente porque buscaba la forma de lograr sus objetivos”. 

Manifestó que según comentarios de su entorno, la víctima fatal era constantemente “presionada y agobiada” por Morales.

Pide Justicia

María Teresa Escobar de Gariazu, madre de Verónica, aseguró que conoció a Ninfa Morales recién cuando fue ultimada su hija, y pidió ejemplar castigo para quien resultara culpable.

“Hasta donde sé, Ninfa quería una relación sentimental con Vero. Según los amigos de mi hija, incluso le pidió que se separe de su pareja y que Ninfa le pagaría el departamento y se haría cargo de mis nietos. Le daba regalos. Le enviaba flores, bombones y peluches en su lugar de trabajo”, testificó.

El juicio oral y público continuará el martes 13.

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