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La denunciante –quien se desempeña como asistente fiscal– reveló que desde setiembre de 2012 sufre acoso por parte de Delfino y que no es la única afectada, pues a otra funcionaria se le tras-
ladó por el mismo motivo.
Explicó que su jefe primero hizo insinuaciones, luego empezó a enviarle mensajes subidos de tono, pero que el hecho más grave se produjo el pasado 16 de enero. En la fecha indicada, el fiscal cerró la puerta de su despacho y la manoseó en los pechos y las piernas, pese a su oposición.
A raíz del susto sufrido por la agresión inesperada, la joven –que se encuentra con seis meses de embarazo– pidió permiso y recibe actualmente asistencia médica y sicológica.
Pese a la gravedad de la denuncia y la apertura de un sumario para el esclarecimiento del caso, el fiscal Delfino sigue en funciones. La denunciante precisó que esta situación, que es motivo de preocupación para los testigos, que temen ser presionados para modificar sus relatos.
De hecho, la afectada manifestó temor por las represalias que pueda sufrir a raíz de la denuncia, en atención al antecedente del traslado de otra funcionaria ya mencionado, previo maltrato verbal.
Precisamente por esta razón, la funcionaria también solicitó el traslado de su oficina, dada la imposibilidad de seguir compartiendo espacio con el denunciado.
El caso es acompañado por la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, presidida por Olga Ferreira, quien también abrió una investigación sobre el particular.