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Explicó que ingresó a la institución hace dos años por concurso y, si bien hace rato es molestada por González, la situación no pasaba a mayores porque no estaba a su cargo.
Tras el cambio de gobierno, González ascendió y le anunció que ella sería su secretaria, lo cual se cumplió a los pocos días de que asumiera el cargo. A partir de ahí, empezó a ser más directo. Le ofrecía ascensos y hasta la amenazó con despedirla si no cedía a sus pretensiones.
Ante la reiterada negativa de Cardozo, la situación se volvió insostenible por las expresiones soeces con las que su jefe se refería a ella y en una ocasión incluso llegó a apoyarle desde atrás sus partes íntimas, lo cual dio origen a varias discusiones entre ellos.
En octubre pasado, Cardozo pidió vacaciones para poder presentar la denuncia correspondiente y lo hizo en su institución, en el Ministerio de la mujer, y también en la Fiscalía, a cargo de Patricia Aquino.
A su regreso, se encontró con la sorpresa de que ya no pudo ingresar a su lugar de trabajo, pues se había dispuesto su traslado a un depósito de la institución, donde no cuenta ni siquiera con una silla.
Coincidencia o no, su salario quedó retenido por un mes, al igual que sus viáticos, que cobró con mucho atraso. Como si no fuera suficiente, ahora fue notificada de que se prescinde de sus servicios a partir del 1 de enero, por lo cual deberá buscar otro trabajo.
Para conocer la versión de González Cabello llamamos a su oficina, pero nos informaron que efectivamente está en el exterior. También consultamos con la directora ejecutiva de la ANTSV, Carmen González de Porro, quien explicó que ambos fueron separados de sus cargos para evitar mayores inconvenientes y que están a disposición de Recursos Humanos –que realiza un sumario– y que también se dio intervención a la Secretaría de la Función Pública, al Ministerio de la Mujer y a la Fiscalía.