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En la mañana del sábado 11 de octubre pasado, el cadáver de la funcionaria del juzgado de Luque María Verónica Gariazu Escobar fue encontrado en el interior de un auto estacionado al costado de la cancha del club Rubio Ñu, en la compañía Maramburé. El cuerpo de la mujer presentaba tres impactos de bala.
Tras las primeras investigaciones, la Policía arrestó a la abogada Ninfa Morales como autora material del crimen y al guardia de seguridad Juan Carlos Vergara como cómplice.
La víctima era compañera de trabajo de Morales en el estudio jurídico del abogado Rodrigo Blanco, hijo del ministro de la Corte Sindulfo Blanco, donde también trabajaba durante la tarde.
Sin embargo, los familiares de María Verónica no están conformes con el resultado de las investigaciones efectuadas por la fiscala Zully Figueredo y el comisario César Silguero, jefe de la división Homicidios de la Policía.
Miriam Escobar, tía de la funcionaria judicial asesinada, señaló que la Fiscalía no citó a varios testigos claves y, llamativamente, apura para cerrar el caso sin haber reunido todos los elementos.
De acuerdo a las denuncias de Juan Ramón Bueno Jara, miembro del Consejo de la Magistratura, Gariazu tendría varias cuentas bancarias en dólares a su nombre.
Lo que hace sospechar a los familiares que el crimen de la funcionaria pudo haber sido perpetrado en el marco de una venganza y no de tinte pasional como lo aseguraron los investigadores.
Pese a las denuncias, la fiscalía no ha solicitado informes a los bancos para confirmar esta información y conocer los montos de dinero que estarían guardados en las cuentas abiertas a nombre de la víctima.
Por su parte, el abogado defensor de Ninfa Morales, Raúl Salinas, explicó que su cliente solo está ligada al caso por la ubicación de la celda de su teléfono móvil en las inmediaciones del escenario del crimen.
“Ella (Ninfa) dio negativo a la prueba de nitrito y nitrato y estuvo en una reunión política organizada por Rodrigo Blanco en una vivienda hacia donde encontraron muerta a Verónica, pero se comprobó a través de testigos que mi cliente participó del encuentro y no sabía nada del homicidio”, indicó ayer el abogado Raúl Salinas.