Cargando...
Noche del 6 de mayo del 2016. Lucas Sebastián Bergonzi, argentino, de 35 años, conversaba con dos amigos en la vereda de su domicilio en la avenida Perón N° 3.622 cuando un movimiento inusual les llamó la atención.
Un automóvil Nissan Sunny de color gris plata, sin chapa que ya había pasado más de una vez, se detiene y desciende un joven, que simula hacer sus necesidades fisiológicas a media cuadra del lugar. Lo hizo dos veces, en la tercera que se baja se dirige directamente a los amigos arma en mano y tras realizar un disparo que impactó en el piso, exige el celular Samsung S4 Zoom que Lucas tenía en la mano.
Asustado, Lucas corre hacia la casa y es seguido por el asaltante, quien efectúa otro disparo, que impacta en su espalda, a menos de dos metros de alcanzar la puerta. Al ver al joven caído en el piso, el asaltante toma el celular y huye.
Mientras Lucas fue llevado a Emergencias Médicas, donde falleció una semana después, los investigadores rastrearon su celular. También se levantó una vaina del lugar.
Es así que en la tarde del día siguiente, cuando Nelson Martínez Simbrón y el oficial de Investigaciones Isaac Ismael Ovelar llegan a una galería ubicada en las inmediaciones del Mercado 4 donde Martínez intenta entregar el celular como parte de pago de un Play, son detenidos por agentes de la comisaría 3ª.
En aquel entonces, los agentes incautaron del poder del oficial Ovelar un automóvil Nissan Sunny gris, similar al utilizado en el asalto, en cuyo interior tenía un arma, igualmente requisada.
Simbrón, de 20 años, dijo que había comprado el celular de un vecino, un menor de edad al que identificó a los agentes.
“La única participación que tuve en este hecho investigado es la de trasladar a mi amigo Nelson Martínez hasta el Mercado 4, como yo iba a comprar, le hice el favor de llevar porque él también tenía la intención de comprar para su Play”, dijo a su vez Ovelar, en su declaración a la Fiscalía.
Sin embargo, muy distinta fue la versión del adolescente, que una vez detenido no solamente confesó la autoría del robo, sino que además involucró a ambos.
Posteriormente, el fiscal Rogelio Ortúzar imputó también al oficial Hugo Marcial Cardozo Candia, jefe de operaciones de la Comisaría 13ª, denunciado por el padre de Ovelar por haber pedido G. 10 millones para no “empeorar” la situación de su hijo. El agente lo niega.