Fiscalía cambia carátula y cura sale de la cárcel

LIMPIO (Rocío Portillo, corresponsal). La jueza Elsa Idoyaga ordenó ayer el arresto domiciliario del expárroco Silvestre Olmedo, quien guardaba reclusión en el penal de Emboscada. Fue luego de que la fiscala Luciana Ramos modificó la imputación de coacción sexual, que tiene una expectativa de pena de 10 años de cárcel, por acoso sexual (establece solo dos años de prisión).

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La jueza Elsa Idoyaga indicó que el Ministerio Público se adhirió al cambio de calificación de la imputación a acoso sexual requerido por la defensa.

La fiscala Ramos inicialmente había imputado al sacerdote Silvestre Olmedo por hecho punible contra la autonomía sexual, coacción sexual y violación.

La magistrada le concedió prisión domiciliaria al padre Olmedo que lo deberá cumplir en la casa de retiro Emaus del hogar Carlota Palmerola, ubicado en la zona de Campo Grande de la ciudad de Luque. Además se le impuso una fianza real de G. 150 millones y G. 35 millones con relación a la defensa técnica. También la prohibición de acercarse a la víctima por cualquier medio.

Idoyaga indicó que todos los testigos ya declararon y no existe más peligro de obstrucción. La magistrada manifestó además que la víctima aún no fue a las citas de estudio sicológico (victimológico) a pesar de tener varias fechas nuevas. Olmedo abandonó la penitenciaría de Emboscada ayer a la tarde.

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