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Los antecedentes del caso dan cuenta que el 13 de marzo pasado, el JEM resolvió enjuiciar al juez Máximo Ortega y a los fiscales Martín Cabrera y Carmen Palazón y suspender a los primeros.
El pedido quedó cajoneado en la Corte, razón por la cual un mes después, el JEM lo suspendió de oficio.
La actuación de Cabrera fue considerada más grave debido a que no se presentó a la audiencia preliminar, no apeló la prescripción dictada por Ortega, con lo cual se consumó la impunidad de su entonces colega sorprendido in fraganti con coima.
En su nota, Cabrera manifiesta su desacuerdo con la decisión del Jurado y destaca que la causa en que supuestamente incurrió en mal desempeño de funciones no ha pasado a calidad de cosa juzgada, con motivo de un recurso extraordinario de casación que promovió.
Destaca que su familia depende de su ingreso y, por esta razón, renuncia para poder ejercer la profesión.