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CAAZAPÁ (Antonio Caballero, corresponsal). Los supuestos responsables de haber humillado en un ritual denominado “bautismo” a los nuevos alumnos de la Facultad de Veterinaria de la UNA de Caazapá fueron imputados ayer por el fiscal Marcelo Ramírez. Los procesados son cuatro estudiantes de aquella institución, contra quienes el agente emitió orden de captura.
Según información brindada por la Fiscalía General del Estado en su página oficial, los imputados son Karla Analisse Villalba Romero, Ángel Dionisio Peralta, María Alejandra Arzamendia López y Johana Ailen Almirón Duarte.
Los delitos que atribuyen a esos universitarios (aparentemente del segundo curso) son lesión grave (prevé hasta 10 años de pena) y coacción grave (3 años). El fiscal Ramírez tomó intervención en el caso por el sistema de asignación de causas (de forma aleatoria), puesto que no estaba de turno porque inicialmente el parte policial habría ingresado como lesión, el 30 de mayo de 2019, en la Oficina de Denuncias Penales de la Fiscalía local.
El hecho investigado ocurrió el 29 de mayo último en horas de la tarde, en la Compañía “20 de Julio” del distrito de Caazapá, donde está ubicada la sede de la Facultad de Veterinaria.
Los antecedentes de la carpeta de investigación penal abierta indica que las diligencias fiscales se iniciaron debido al denigrante “bautismo de bichos”, como se denomina al recibimiento que organizan los cursos superiores, en este caso de la carrera de Veterinaria, a los recién matriculados.
La información inicial obtenida fue que dicho evento estuvo organizado por alumnos del segundo curso. Los presuntos agresores e imputados habrían tomado por asalto el aula del primer curso a las 15:00 del señalado día, y trasladaron a la fuerza a los novatos con una soga por el cuerpo, junto con sus demás compañeros, hasta fuera de la institución.
Allí los esperaba un camión de tipo transganado, el cual los transportaría hasta la compañía Solalinde, lugar donde estaba preparado el “festejo”. Antes de llegar al camión, los más antiguos empezaron a cortar el cabello de los afectados, con tijeras y máquinas de afeitar, además les daban golpes de puño en todo momento.
En el camión les seguían cortando el pelo, partes de sus ropas y continuaban las agresiones físicas. Dieron de tomar a las víctimas un líquido con un embudo hasta llegar a la compañía Solalinde, del distrito de Maciel, departamento de Caazapá.
Ahí los agresores tenían preparados canales llenos de aceite usado de motores, estiércol y otros desperdicios. Era un circuito en el cual hicieron nadar y avanzar a los alumnos. A algunas mujeres les tocaban en sus partes íntimas.
El fiscal explicó que está investigando otros delitos, como coacción sexual, pero que necesita primero identificar a las víctimas. El director de la institución, Pastor Brizuela, es criticado debido a que nada hizo para evitar la brutal humillación, se indicó.