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“Una de las aristas de estos delitos es la producción, fabricación y comercialización de productos farmacéuticos falsificados, que afectan directamente a la vida de las personas; incluso, en situaciones límites, puede provocar la muerte de aquellos que los consumen, ya sea por ausencia de los componentes para tratar el mal que aqueja al paciente o porque contienen componentes químicos tóxicos que no tienen vinculación alguna con el nombre de la droga que sugiere tal medicamento”, indicó el titular del Ministerio Público durante su exposición.
Siguió diciendo: “Podemos afirmar que se trata de una industria que mata a la población. Se trata de un negocio sumamente lucrativo para las organizaciones criminales que controlan esta actividad. Sus ganancias, a su vez, son utilizadas en muchos casos como fuente de financiación para organizaciones criminales, en la realización de otros hechos punibles aún más complejos. Esta actividad se halla vinculada muchas veces al crimen organizado en sus distintas modalidades, narcotráfico, terrorismo, lavado de dinero, por mover una gran cantidad de dinero sin invertir mucho en tecnología para su traslado de país a país.
Se refirió a los primeros resultados investigativos. “Hasta la fecha se ha procedido a la incautación de productos farmacéuticos, en su mayoría, para la disfunción sexual y en una proporción no menos importante, medicamentos para bajar de peso, en el caso específico de las anfetaminas, productos para musculatura, productos para úlceras Cytotec, este último, conforme estudios médicos forenses sirve como abortivo”
Refirió que los productos son traídos a través de courrier aéreo, mezclado con productos de electrónica en su parte superior, bien acomodados como para no ser detectados a simple vista.
“También llegan en pequeñas encomiendas de enseres personales que se envían a través de la modalidad de courrier, vienen al país en cajas pequeñas con direcciones imprecisas y en su mayoría nombres inexistentes”, describió durante el evento que termina hoy.
Los otros delitos
“Otra arista de estos delitos es la que tiene que ver con la falsificación de productos comerciales y bienes de consumo como discos, películas, perfumes, indumentarias deportivas, tabaco, bolsos, lentes de sol, software, ordenadores; los repuestos para vehículos e insumos médicos, tampoco dejan de merecer un especial punto de atención”, refirió el fiscal general sobre las modalidades más comunes de violación de derechos intelectuales.