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YBYCUÍ (Aldo Lezcano, Corresponsal).El menor que perdió la vida es hijo de Nicanor Ayala (48) y Vicenta Mora (38), domiciliados en el barrio Loma Pytã de Quiindy. Según el informe oficial, el infortunado se trasladó al lugar para una despedida del año lectivo, con unos 20 de sus compañeros del noveno grado del Colegio Simón Bolívar de Quiindy.
Los alumnos estaban a cargo de la profesora Vidalina Méndez de Prieto (37), bajo consentimiento firmado por los padres. De acuerdo con las referencias obtenidas, cerca de las 11:30 de ayer Ayala entró al agua en el salto principal del arroyo, en compañía de otros compañeros.
Luego, sin darse cuenta ingresó a un sector hondo y pese a que sus amigos trataron de sacarlo de ahí, ello no fue logrado, pues la tarea se dificultó debido a que tanto el afectado como sus compañeros no sabían nadar.
Cerca de las 13:30, ya en presencia de los padres, fue sacado el cuerpo por algunos vecinos, y luego fue trasladado al hospital distrital de Ybycuí.
El doctor Luis Ferreira, forense del Ministerio Público, diagnosticó como probable causa de fallecimiento “asfixia por sumersión”. Formaron parte del procedimiento de rigor el abogado Miguel Quintana, de la fiscalía local, y policías de la Comisaría 16ª de Ybycuí.
Cuestionamientos
El padre del menor fallecido, Nicanor Ayala, manifestó que el deceso no habría ocurrido si la profesora encargada hubiera exigido que los jóvenes permanezcan en los lugares playos. Dijo también que es una irresponsabilidad de la dirección del colegio no haber enviado un varón adulto para el cuidado correspondiente.
Luego señaló que hasta el último momento no quiso que su hijo viajara, pero que ante la insistencia, cedió a la petición. La supervisora administrativa, magíster Nidia Cáceres, lamentó lo ocurrido y dijo que hay documentaciones de que los padres avalaron la excursión, tal como exige el Ministerio de Educación y Cultura.
Además, ha habido crítica generalizada en contra de la Secretaría del Ambiente (Seam), a cuyo cargo está el Parque Nacional Ybycuí, por no invertir en la contratación de profesionales cuidadores que puedan salvar vidas en el lugar, considerado peligroso, donde ya sucedieron numerosos ahogamientos, pese a que cobra un canon en concepto de ingreso por persona y para aparcar vehículos.