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Liz Sofía Fernández Florentín es una sacrificada joven que vino desde Vallemí, departamento de Concepción, a 600 kilómetros de Asunción, con el objetivo de estudiar y convertirse en una profesional.
Actualmente, se encuentra en el segundo año de la carrera de Licenciatura en Matemática, y vive en alquiler en las inmediaciones de la Facultad de Filosofía de la UNA.
El domingo último, la estudiante norteña fue atacada a puñaladas por el joven de 17 años Miguel Ángel L.D., alias Chavalala, en un atraco cuya filmación se viralizó en las redes sociales.
“El muchacho se tiró de la moto y directamente me clavó. Yo intenté defenderme y recién después de que me hirió le pregunté qué quería y me contestó que quería mi celular, que al final se llevó”, recordó ayer la joven mientras preparaba las maletas para regresar a su pueblo.
“Voy a regresar a mi ciudad, al menos por un tiempo. Mis padres quieren que me vaya como sea. Tengo mucho miedo, ya ni siquiera de mi pieza quiero salir”, fue la respuesta que dio la joven al enterarse de que la jueza María Teresa Franco había liberado a su agresor.
“No entiendo por qué le soltaron otra vez. Ahora ya nadie le va a poder atajar, va a volver a hacer lo mismo que me hizo. Yo tuve suerte de que no me matara, pero tal vez otras mujeres no puedan defenderse”, sostuvo.
El peligroso malviviente había sido arrestado el martes de tarde por efectivos de la comisaría 1ª metropolitana, junto con su cómplice Hugo Ariel Ocampo Acosta (18). Este último sí fue enviado a la cárcel.
Reincidente
Pero con relación a “Chavalala”, la jueza Franco optó por darle medidas alternativas a la prisión, por su condición de menor, aunque el propio “motochorro” violó todo tipo de medidas que le fueron impuestas por otro asalto.
El marginal agravó su situación al atacar y apuñalar a la estudiante de Matemática.
Los uniformados recordaron que cuando llegó a la comisaría el documento con la resolución de la jueza, ni el mismo “motochorro” creyó que lo habían liberado tan rápido.
La magistrada Franco tampoco tuvo en cuenta el pedido de prisión preventiva planteado por la fiscala de la causa, Nidia Fernández, quien resaltó la gravedad del ataque y además expuso que ambos eran reincidentes.
“No le voy a dejar impune”
Ante la inacción de la justicia, la estudiante apuñalada anunció también que regresará oportunamente de su ciudad con un abogado para iniciar una querella contra su agresor. “No le voy a dejar impune”, afirmó.
El “motochorro” ahora liberado soporta otras denuncias de robos en el Bañado Tacumbú, donde vive con su concubina.