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El hecho ocurrió a las 16:45 en las dependencias de la empresa “Indutex”, ubicada a un costado de la avenida Cacique Lambaré esquina Santa Ana, en el centro de la mencionada ciudad. La industria pertenece a Justo Pastor Ferreira Vargas (57).
Según fuentes policiales, el desmoronamiento de una muralla vecina incidió en la rotura del estanque.
El producto químico, que según los vecinos es utilizado para definir los colores de las ropas producidas en el lugar, se desparramó al colapsar el reservorio y generó un torrente que llegó a los dos metros de altura e ingresó a dos casas vecinas. Mojó muebles y electrodomésticos.
Uno de los afectados, Miguel de Vargas, mencionó que llevó a su hijo de un año al Centro de Toxicología para descartar que el químico le haya provocado algún daño, pues el pequeño estuvo expuesto al olor por una hora.
“No podíamos abrir la puerta para salir porque el agua iba a entrar más, entonces nos tuvimos que quedar encerrados y oliendo el químico”, contó De Vargas, quien además describió que el líquido desparramado produjo ardor en la piel.