Escribano supuestamente recibía ayuda de alumna para llegar a otras

El escribano Víctor Hugo Ramos Manzur (53), detenido en Villa Elisa por coacción sexual en menores, supuestamente operaba con la complicidad de una estudiante para contactar a sus víctimas, también alumnas del mismo colegio de dicha ciudad. Así dijeron familiares de una víctima.

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El profesional fue capturado por agentes de la comisaría 11ª Central de Arroyo Seco en las cercanías de un centro educativo de Villa Elisa. Fue en el preciso momento en que se disponía a alzar en su vehículo a una menor de 16 años, que es alumna del segundo curso de la media y a quien ofreció la suma de G. 150.000 por pasar la tarde juntos.

De acuerdo a los investigadores, el sospechoso ya había abusado sexualmente de la adolescente, quien a raíz de las lesiones sufridas se vio obligada a confesar lo ocurrido a sus familiares.

Tras la denuncia las autoridades dispusieron el arresto del profesional.

Familiares de la afectada aseguraron ayer a ABC que varias otras adolescentes, también alumnas de la misma casa de estudios, fueron abusadas anteriormente por el escribano.

Según señalaron, una alumna del mismo colegio se encargaría de reclutar o contactar a sus compañeras con el sospechoso presumiblemente a cambio de una ínfima suma de dinero.

Aparentemente, Ramos Manzur aprovecha la supuesta necesidad económica, además del deseo de las niñas de acceder a celulares de última generación y ropas, para abusar de ellas, dijeron.

Una vez que el escribano obtenía el número de celular de las estudiantes, las abrumaba con mensajes de ofrecimiento de regalos caros, también operaba a través de Facebook, con un perfil falso, hasta que finalmente convencía a sus víctimas de tener un encuentro, que él aprovechaba para abusar sexualmente de ellas.

Según las declaraciones de la última víctima, el sospechoso acostumbraba violentar a las adolescentes a bordo de su camioneta y para atemorizarlas acostumbraba exhibirles un arma de fuego, que supuestamente tenía en su vehículo, señalaron.

Por otra parte, los familiares de la última afectada aseguraron que pedirán a las autoridades judiciales que el sospechoso sea sometido a pruebas de VIH y sífilis, para descartar cualquier efecto colateral del abuso.

La fiscala Egidia Gómez lo imputó por coacción sexual en menores y ayer en la tarde la jueza María Fernanda García de Zúñiga ordenó su prisión preventiva en Tacumbú.

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