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PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra redacción regional). Se trata de Edson Iwao Matsuda, de 48 años, quien había sido arrestado el viernes último por policías de Investigación de Delitos de Amambay frente al céntrico hotel donde se hospedaba, el Eiruzú.
Según los datos, ni bien quedó preso en la sede de la Jefatura de Policía llegó al lugar otro brasileño, que sería el dueño del referido hotel, con un ofrecimiento de 20.000 reales, unos 32 millones de guaraníes, para intentar “arreglar” la liberación de Edson Iwao Matsuda.
Pero los agentes rechazaron el soborno y le advirtieron al brasileño que incluso ya habían comunicado el procedimiento a sus pares del Brasil.
Iban a expulsarlo
Los policías paraguayos para ese momento ya habían conversado con el delegado de la Policía Civil brasileña, José Enrique Ventura, quien confirmó que el detenido era buscado desde el 5 de noviembre del año pasado, cuando supuestamente eliminó de un tiro a Fernando Prado Nogueira, el coordinador de un centro de rehabilitación del municipio de Bragança Paulista, donde Edson estaba internado por su adicción a las drogas.
Los uniformados de nuestro país también ya estaban preparados para proceder a la expulsión del veterinario, por haber ingresado ilegalmente, usar documentos que no le correspondían y, obviamente, por el mandamiento de prisión que soporta en su país (ver facsímil).
¿150.000 reales?
Sin embargo, el veterinario, quien usaba los documentos de su hermano Nelson Tadao Matsuda para estudiar medicina en una universidad privada de Pedro Juan Caballero, llamativamente obtuvo pocas horas después una medida de prisión domiciliaria en el mismo hotel Eiruzú.
La medida fue otorgada por el cuestionado juez Luis Alberto Benítez Noguera, aunque supuestamente con el visto bueno del fiscal Balta David Agustín Martínez, también con dudosos antecedentes.
Fuentes del submundo del crimen de esta frontera señalaron a ABC Color que el veterinario Edson Iwao Matsuda habría pagado 150.000 reales, unos 240 millones de guaraníes, y que los que recibieron el “incentivo” fueron precisamente Benítez y Martínez.
Ayer, tras la publicación de nuestro diario sobre el sugestivo privilegio al sospechoso, el juez y el fiscal habrían recibido un “tirón de orejas” desde Asunción, por lo que se revocó la prisión domiciliaria y los policías volvieron a encerrar a Edson Iwao Matsuda, en espera de que otras autoridades autoricen su entrega a la justicia del Brasil.
Suspendidos
El magistrado Benítez Noguera se encuentra suspendido por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados por su conducta negligente en el sonado caso del robo de 252 kilos que estaban depositados en la Jefatura de Policía con sede en Pedro Juan Caballero.
Sin embargo, sigue firmando resoluciones y como si nada en su cargo porque la Corte no hizo efectiva aún la suspensión.
El fiscal Balta David Agustín Martínez, por su parte, también arrastra severos cuestionamientos, ya que antes de ser designado en Pedro Juan Caballero, pocos meses atrás, había sido suspendido por graves irregularidades detectadas en sus funciones, cuando trabajaba en el departamento de San Pedro.