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Según los periodistas uruguayos, Juan Domingo Viveros Cartes (66), conocido como “Papacho”, era quien pilotaba la avioneta paraguaya Cessna 210, con matrícula ZP-TMF, que fue interceptada en el aire por la Fuerza Aérea Uruguaya, en el marco de una megaoperación antidrogas denominada “Wayra”, planificada y ejecutada por la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID), dependiente del Ministerio del Interior de aquel país.
Durante los otros operativos conectados con el caso, los antidrogas decomisaron también 478 kilos de marihuana prensada y otra avioneta que presuntamente despegó con la mercancía desde una pista clandestina de Caazapá. Asimismo, inicialmente se reportaron 22 detenciones e incautaciones de dinero, armas y vehículos.
Pese a que los investigadores uruguayos ya tienen bajo custodia al piloto de la aeronave paraguaya, este no tenía ningún documento consigo y proporcionó un nombre falso, por el cual finalmente también terminó procesado.
Sin embargo, a partir de las sospechas surgidas en nuestro país, los periodistas de El País compararon una fotografía de Viveros Cartes con la del narcopiloto detenido y confirmaron que, efectivamente, se trata de uno de los familiares del presidente electo Horacio Cartes.
De todos modos, la Policía paraguaya espera oficialmente la comunicación, mientras sigue la búsqueda de otros involucrados en el caso, como el exintendente de Caazapá, Francisco Nicolás Sarubbi Brizuela; el funcionario del Juzgado de Paz de San Juan Nepomuceno, César Santiago Morel Roa, y el supuesto dueño de la avioneta, Adenelson Zaracho Ramoa.
Su prontuario
Juan Domingo Viveros Cartes ya había sido detenido en el año 1985 en compañía de un capomafioso de apellido García Corredor y del fallecido Adilson Rosatti, tras la captura de 43 kilos de cocaína y de precursores en la estancia de Rosatti, en Pedro Juan Caballero, aunque su coartada fue siempre la de operar en entregas vigiladas y ser un colaborador de la DEA en Paraguay.
Luego, fue arrestado nuevamente el 13 de julio de 2001 tras un tiroteo con policías federales, al aterrizar en la localidad de Pontes e Lacerdas, conocida también como Nova Lacerda, estado de Mato Grosso, a 1.000 kilómetros de Pedro Juan Caballero.
El hombre pilotaba una avioneta Cessna 210, con matrícula paraguaya ZP-TPA, en la que llevaba 240 kilos de cocaína. Sus acompañantes, el brasileño Silas Moreira y el paraguayo Celino Balbuena, también fueron capturados. Por esta causa, Viveros Cartes fue condenado a 17 años de prisión.
Sin embargo, el 28 de agosto de 2007, luego de permanecer seis años en el penal de Mata Grande de la ciudad de Rondonópolis, en el estado brasileño de Mato Grosso, Viveros Cartes fue extraditado al Paraguay para completar los 11 años de condena en una cárcel de Asunción. La jueza de ejecución, Ana María Llanes, solicitó la extradición al argumentar que tiene abierta una causa por tráfico de estupefacientes. Es con relación un decomiso de 750 kilos de cocaína en el Chaco paraguayo, en el año 1997, durante un operativo antidrogas denominado “Taguá”.
Tras ser beneficiado con prisión domiciliaria, el narcopiloto supuestamente “volvió a las andanzas”. El 19 de julio de 2012, policías de Investigaciones de Coronel Oviedo informaran su aprehensión por transgresión de la Ley 1860/2002 del Código de Aeronáutica, durante un operativo en el aeropuerto local.
Asimismo, la Fiscalía ordenó también la captura de Viveros Cartes al ser sindicado como el piloto de la avioneta Cessna, con matrícula ZP-BAZ, confiscada el 3 de setiembre de 2012 con 538 kilos de marihuana en la cabecera de la pista del aeroclub “Colonias Unidas” del distrito de Bella Vista, departamento de Itapúa.