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El fiscal adjunto Jorge Sosa, quien dirigió los trabajos, señaló que los elementos recogidos de la subestación de la ANDE de San Lorenzo fueron enviados al Laboratorio Forense. Los resultados de los estudios confirmarán con certeza el nivel de toxicidad de los productos químicos que contenían los aparatos y que fueron esparcidos a varios kilómetros a la redonda por efecto del viento. La densa humareda afectó a varias ciudades del departamento Central.
De acuerdo al agente fiscal, el depósito estaba habilitado y dicho permiso fue renovado en 2014. Sin embargo, en el lugar no se encontraron los equipos necesarios para enfrentar este tipo de contingencias, por lo que se deben revisar las documentaciones presentadas para conseguir la licencia, señalaron los agentes.
“El sitio donde se originó el fuego está en una zona abierta, donde estaban instaladas tres cámaras de seguridad, dos de ellas en desuso y la única que funcionaba está instalada en un sector muy alejado, pero igual llevamos las imágenes para analizar”, señalaron.