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Basilicio González relató que su hijo Carlos Daniel se presentó ayer de madrugada, alrededor de las 12:30, en su vivienda del barrio Pa’i Ñu y le manifestó que estaba bien y que se iba a dar por detenido en la comisaría 11ª Central de Arroyo Seco.
Aseguró que su hijo llegó a la casa con las manos vacías y que no vio los fajos de dinero en su poder. Basilicio González se declaró un hombre honesto y puso de testigo a varios políticos del partido oficialista, incluyendo al mismo presidente de la República, Federico Franco.
Sin embargo, los investigadores sostienen la hipótesis de que Basilicio y su hijo Luis Alfredo conocen el lugar en el que Carlos Daniel ocultó la millonaria suma antes de entregarse a las autoridades. Aparentemente, el ladrón confeso viajó al interior del país tras perpetrar el millonario golpe, guardó el botín en algún lugar determinado y luego regresó a la casa de su padre antes de darse por detenido.
“El ladrón se movilizó en taxi y en transporte público, nunca utilizó un vehículo particular”, señalaron los investigadores.
Imputado
Carlos Daniel González Mallorquín fue imputado ayer por los delitos de lesión de confianza, apropiación y hurto agravado, por lo que se expone a una condena de 10 años de cárcel, según el abogado de Prosegur, José Almada.
El guardia aseguró que el monto robado no supera los G. 600 millones y que de dicha suma tomó G. 800.000. Dijo que el resto lo repartió en zonas marginales de la capital, San Lorenzo y Ñemby, por lo que se lo comparó ayer en las redes sociales con el héroe de leyenda Robin Hood.