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En la filmación se puede observar que los miembros de la banda que perpetró el millonario golpe utilizaron un automóvil y dos potentes motocicletas para movilizarse.
Ninguno de los vehículos tenía matrícula. Sin embargo, circulaban tranquilamente en una zona comercial de la capital y muy próxima a la comisaría 4ª Metropolitana.
Los investigadores de la Policía manejan el dato de que los maleantes tenían un contacto en la misma empresa de la víctima, que les informó la hora exacta y el vehículo en que la víctima salió de su empresa, con destino a la sucursal bancaria ubicada sobre la avenida 5ª Proyectada de la capital.
Los delincuentes también sabían que el empresario Melquiades Alonso, quien se dedica al rubro de la importación de comestibles, efectuaba los depósitos de las recaudaciones de las distintas sucursales de su empresa solo los días martes. Por ello operaron con tanta precisión, señalaron las fuentes.
Gracias a la filmación se puede confirmar que el empresario Melquiades Alonso fue interceptado por un auto Nissan dorado, en la rotonda ubicada en la intersección de la avenida 9ª Proyectada y Caballero, exactamente a las 10:55, con 51 segundos.
En el momento en que el empresario se vio obligado a parar la marcha fue acorralado por dos motociclistas, uno con casco y otro con kepis. Mientras uno quedó al mando de la moto vigilando, el otro, pistola en mano, ordenó al empresario que descienda de su camioneta. Alonso opuso tenaz resistencia y el maleante intentó dispararle a quemarropa, pero como su pistola se trabó, redujo a golpes a la víctima y luego la obligó a descender de la camioneta. El maleante tomó el mando del rodado y escaparon del lugar exactamente a las 10:56, con 16 segundos. Los delincuentes tomaron la millonaria suma y abandonaron la camioneta a pocas cuadras de lugar, señalaron fuentes policiales.