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La fiscala Ariela Chaparro pidió 28 años de cárcel para el acusado, pero el tribunal de sentencia integrado con Juan Carlos Zárate, Esther Fleitas y Gustavo Santander, por mayoría, dispuso que la pena útil era la de 24 años.
El colegiado tuvo como agravante la condición de uniformado (suboficial 2°), que por ley tiene la obligación de resguardar a los ciudadanos.
Santander votó en disidencia respecto a la pena.
Dijo que 18 años de prisión era la sanción justa.
Por su parte, el abogado Ricardo Gayol, defensor, reconoció que su cliente cometió el robo agravado, no así el homicidio, ya que el expolicía no pudo haber disparado porque era quien manejaba la moto y el disparo se efectuó en movimiento.
Gayol solicitó 15 años de cárcel.
Resultó víctima fatal el guardia de seguridad Édgar Silvestre Quintana (50), quien había perseguido a los asaltantes, luego de que estos asaltaran a una mujer.
Quintana acusó el mortal tiro en el pecho.
El ilícito fue perpetrado el 17 de mayo de 2011, en el barrio Las Carmelitas, frente a la residencia del general ya fallecido Andrés Rodríguez.
El otro cómplice se encuentra aún prófugo de la justicia, según los datos.