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En la víspera, luego de que culminaran los alegatos de las defensas, el tribunal consultó a los fiscales Nelson Ruiz y Leonardi Ledezma si iban a réplica, a lo que los representantes del Ministerio Público dijeron que no porque no consideraban que los abogados dieron argumentos jurídicos en sus alegatos finales.
Tras esto, el presidente del colegiado, Ramón Trinidad Zelaya, preguntó si había familiares de los policías abatidos para que hagan sus requerimientos, y ante la negativa se pasó a un cuarto intermedio para luego dar lugar a las palabras finales de los procesados.
Antes de que culmine el juzgamiento, los once acusados coincidieron en pedir –la mayoría entre lágrimas– “justicia para los 17 compatriotas muertos”.
Se declararon “inocentes”, ya que no saben de qué exactamente están acusados y pidieron su “libertad”.
Rubén Villalba, para quien la Fiscalía pidió la pena máxima de 30 años de cárcel más 10 años de medidas de seguridad, indicó que no puede ser condenado por su ideología y por “pensar de forma diferente”. Pidió “justicia para sus compañeros caídos en la lucha” y su libertad.
El juez Zelaya explicó luego que se pasará a deliberar durante una semana porque se trata de una causa “histórica”, de mucha complejidad. En ese sentido, explicó a las partes que hay más de 200 testificales y un cúmulo de pruebas, entre ellas pericias, que deben ser analizadas profundamente.
Las penas solicitadas
La Fiscalía pidió condenas de 40, 25, 20, 8 y 5 años de cárcel para los acusados por la masacre de Curuguaty Rubén Villalba, Luis Olmedo Paredes, Arnaldo Quintana, Néstor Castro Benítez, Felipe Benítez Balmori, Adalberto Castro Benítez, Alcides Ramón Ramírez, Juan Carlos Tillería Cáceres, María Fany Olmedo, María Dolores López Peralta y Lucia Agüero.