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El abogado Salustiano Ortiz, quien representa a los afectados señaló que 17 de los estafados son internos y cuatro ya gozan de la libertad. Fueron ellos los que querían retirar sus ahorros de años y se encontraron con que la Cooperativa Multiactiva de Ahorro y Crédito, Trabajo, Consumo, Producción y Servicios Padre Juan Antonio de la Vega (Copajav) está cerrada por irregularidades y con ello la plata de los socios está desaparecida.
“Uno de los internos que es mi cliente me comentó el hecho y me reuní con los afectados quienes me comentaron que uno trató de sacar un préstamo para comprar insumos para su taller montado en la cárcel y que le dijeron que la cooperativa ya casi no existía desde el 2016”, apuntó el abogado.
También Ortiz, apuntó que fue a hacer la denuncia ante el director de la cárcel de Tacumbú Luis Villagra, y al director de Institutos Penales, Víctor Servián, pero no le dieron una solución por lo que radicó una denuncia en el Ministerio Público y otra ante el Ministerio de Justicia para tratar de rastrear el camino que tomó el dinero de sus clientes.
Tal como explicó el abogado sus clientes trabajaban en el programa de reinserción social de la cárcel La Esperanza y mensualmente el 30 por ciento de sus ingresos se depositaba en la cooperativa, ya que los internos no pueden tener dinero dentro del penal. Sin embargo ahora fueron a tratar de sacar esa plata y ya no estaba.
La cooperativa fue creada en el 2011 por fiscales y jueces, para ir guardando el dinero de los internos y el día que recuperen su libertad tengan un ingreso para sobrevivir y no volver a delinquir. Pero a mediados del 2016 fue intervenida por el Instituto Nacional de Cooperativismo.
No hay registros del dinero
Los internos que iban depositando el dinero en la cooperativa no tenían registros de cuánto les sacaban mensualmente. El abogado Salustiano Ortiz explicó que los presos hacían los trabajos, se vendían y directamente les sacaban el porcentaje que les correspondía y lo depositaban en la cooperativa. Había otros internos que no eran socios y le daban el dinero al funcionario de la penitenciaría, José María Martínez, quien era socio de la cooperativa e ingresaba el dinero en su cuenta, pero no les daba recibo alguno a los presos, por lo que no se manejan montos de lo que se encuentra desviado. No se descarta que a estos 21 denunciantes se sumen otros más al enterarse que la cooperativa ya no existe.