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De acuerdo con las fuentes, los tres suboficiales Cristhian Llanes Servín, Marcial Florez Gauto y Mario Luis Fariña, correrían la misma suerte que sus camaradas y guardarían prisión preventiva en el cuartel policial, ubicado en el barrio Tacumbú de la capital.
Tras las primeras investigaciones del hecho, la fiscala Mirtha Ortiz imputó por lesión grave, homicidio doloso en grado de tentativa y asociación criminal, al oficial Vázquez y al suboficial Cañiza. Según los testigos, el primero de ellos manejaba el vehículo en que los uniformados efectuaron la persecución del transporte escolar y Cañiza efectuó los disparos que hirieron gravemente a las niñas. En tanto que los otros tres suboficiales fueron imputados solo por el delito de asociación criminal, ya que los mismos aseguran que no participaron del tiroteo y que llegaron al lugar por orden del oficial Vázquez.
En la noche del martes, los uniformados localizaron y recuperaron el auto Toyota Vitz blanco denunciado como robado en la ciudad de Luque por su propietario, Ricardo Miño, que supuestamente buscaban los uniformados cuando se desató el insólito tiroteo en Caacupemí.
El vehículo fue ubicado en una casa, no muy lejos de donde se produjo el tiroteo, informaron las fuentes.