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Musteler manifestó que los policías los llevaron hasta su base y que ahí fue despojado de su billetera que contenía G. 2.000.000 y un celular, y que antes de soltarle a él y a su amigo sobre Colón, les apuntaron a la cara con una escopeta.
Por su parte, en un documento emitido por el jefe de Servicios del Departamento de Investigaciones, subcomisario Osvaldo Javier Andino Gill, dice que los empleados del citado comercio detuvieron una patrullera de la División de Robos y Hurtos y solicitaron la intervención de los agentes porque dos extranjeros estaban creando desorden en el local y no querían pagar por su consumición.
Por ello llevaron a Musteler y a Guardado a la sede de investigaciones. El primero está domiciliado en el barrio Ricardo Brugada, mientras que el segundo sobre la calle Colón. Ambos no cuentan con orden de captura ni antecedentes, por lo que fueron trasladados por los policías hasta las cercanías de sus domicilios, refiere el comunicado.
En la nota consta que se labró acta de lo realizado, que fue firmada por los uniformados y los empleados del negocio, en tanto que los extranjeros se negaron a suscribir. Uno de los trabajadores de Biggie denunció a los cubanos por agresión física sufrida al requerirles el pago.