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El fiscal de la Unidad Antidrogas había ordenado un inventario de evidencias, tras la primera denuncia por el robo de US$ 5.000 y un reloj pulsera de mujer valorado en esa misma suma.
Tras esto, se detectó el faltante de robo de G. 20.361.000 en efectivo de seis causas, más dinero en efectivo originarios de diferentes países, documentos, cámara digital, entre otros, de la propia sede de la Senad.
El nuevo inventario de evidencias afecta la gestión del actual ministro de la Senad, Francisco De Vargas, debido a que abarcó desde el 2007 al 2 de julio de 2012, fecha en la que ingresó en su unidad Pecci.
A raíz de esto, el fiscal interviniente impulsó la tercera ampliación de la denuncia, por evidencias que fueron sustraídas de la propia unidad fiscal y del depósito de la Senad, por parte de la entonces funcionaria Vania Báez.
Si bien no precisó montos, Pecci reconoció que el robo detectado afecta a unas doce causas y la suma superaría los G. 20 millones, por lo que hasta ahora hay un faltante de más de G. 40 millones, teniendo en cuenta el primer y segundo inventario.
Principalmente, fueron sustraídos dinero en efectivo y joyas, al igual que documentos relativos a las causas abiertas, que fuera de ellas no tienen valor, dijo Pecci.
No se detectó en ninguno de los casos el robo de sustancias estupefacientes incautadas, lo que genera cierto alivio al investigador.
El fiscal explicó que en una causa en particular, la de “Francisco Javier Rotela s/ comercialización de drogas”, la denuncia fue ampliada, porque anteriormente De Vargas detectó la sustracción de G. 4 millones. Tras el análisis, el monto trepó a G. 10 millones.
Un detalle importante que Pecci puso a conocimiento de la Unidad Anticorrupción es que las notas de retiro de evidencias y de recepción de las mismas no fueron agregadas por la funcionaria Báez Bogado al correspondiente cuaderno fiscal.