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El polémico comisario general Manuel Cristaldo Vargas tuvo un meteórico ascenso en los últimos años, de la mano de su “padrino”, el comisario principal retirado y senador colorado Carlos Núñez. Según un sector de la Policía, el único mérito de Manuel Cristaldo Vargas fue haber sido uno de los hombres de confianza del senador Núñez en la administración de la Cooperativa 8 de Marzo, donde el político ejerce la titularidad.
Tras ser ascendido a comisario general inspector, Cristaldo fue nombrado jefe de Policía de Caazapá, y en agosto del 2017 fue nuevamente ascendido al rango del comisario general director y lo nombraron director del Isepol, que tiene a su cargo todas las unidades de formación de la Policía.
Su hijo se presentó como postulante a cadete de policía este año, pero fue excluido debido a que tenía un tatuaje, hecho que va contra los reglamentos de admisión de la Academia de Policía.
Ante esta situación, el comisario Cristaldo habría intentado presionar a través de su “padrino”, para que los examinadores pasasen por alto el inconveniente y admitieran a su hijo como cadete. Pero al no conseguir su objetivo promovió un recurso de amparo ante la justicia y, finalmente, logró que la institución admitiese al postulante. Esta situación aparentemente fue tomada como antiética por el Comando Institucional, ya que Cristaldo promovió un amparo contra la institución a su cargo y a favor de su hijo. Finalmente, ayer ordenaron su destitución, y en su reemplazo fue nombrado el comisario general inspector Jorge Caballero, quien era director de Policía de Central.
El hijo del comandante de policía Luis Carlos Rojas tampoco ingresó este año a la Academia de Policía al no aguantar la prueba física, señalaron.