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Los funcionarios detenidos y procesados son Ignacio Franco Fernández (47) y Juan Carlos Saucedo Jara (49), quienes estaban encargados de custodiar la zona perimetral del correccional de menores.
De acuerdo a los testigos, ambos efectuaron varios disparos con sus armas reglamentarias, escopetas calibre 12, para rescatar al director del reclusorio, quien fue tomado de rehén a punta de estoques por un grupo de internos. Los amotinados quemaron colchones y sábanas y exigieron a gritos que se abrieran todas las celdas del Centro Educativo, para permitir la fuga de los 175 internos.
Sin embargo, las armas de los custodios no estaban cargadas con balines de goma, como exige el reglamento de todo centro de reclusión de menores y los perdigones de plomo impactaron en Francisco Daniel Rojas Insfrán (16) y Néstor Javier Duarte Rodríguez (16). Ambos menores sufrieron graves lesiones en varias partes del cuerpo, por lo que fueron auxiliados en el lugar y luego derivados a bordo de patrulleras hasta el Hospital Nacional de Itauguá, donde fallecieron minutos después. Una de las víctimas tenía 9 impactos y la otra seis, se informó el Crio. Princ. Antonio Barriocanal, jefe de Policía de Central.
Ayer de mañana autoridades del Ministerio de Justicia ordenaron la destitución de Julio César Bogado, quien fue reemplazado por Blas Martínez, un antiguo funcionario penitenciario.
Por su parte la fiscala de Itauguá Teresita Torres ordenó la detención preventiva de los guardias Franco Fernández y Saucedo Jara en la comisaría 21ª Central de Mboi’y, luego los imputó por el delito de homicidio culposo.
“Nosotros entramos con nuestras armas para rescatar al director, que en ese momento era mantenido de rehén y a punta de estoques por los internos. Efectivamente, nos vimos obligados a efectuar un par de disparos con las armas que nos entregaron en la dirección del Centro Educativo Integral, no sabíamos qué tipo de cartuchos tenían las escopetas”, dijeron los guardias.
Por su parte, Julio César Bogado aseguró que el amotinamiento fue minuciosamente planificado por un grupo de menores, cuyo líder fue Elías Manuel Benítez Delgado (17), quien aprovechó la rebelión y escapó. “Bajo la excusa de reclamar celeridad en sus procesos judiciales me pidieron para que entre junto a ellos, en ese momento me tomaron de rehén”, aseguró Bogado.