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FUERTE OLIMPO (Carlos Almirón, corresponsal). Los puestos policiales erigidos en puntos estratégicos de los caminos que conducen a poblaciones de la zona fueron realizados con aportes de ganaderos en su gran mayoría extranjeros de nacionalidad brasileña. Tal es el caso de las sedes policiales de Centinela, Paragro, Desvío 65, Puesto 40 y María Auxiliadora.
En cada uno de estos sitios, los productores rurales se encargan de proveer periódicamente productos alimenticios para los agentes policiales. También hay un incentivo monetario, cuyo monto del 50 por ciento es distribuido entre los agentes que trabajan en lugares donde no existen poblaciones y la otra mitad es para el jefe de Policía de turno.
Las otras comisarías fueron construidas gracias a contribuciones de comisiones vecinales y últimamente con rubros provenientes de la Gobernación del Alto Paraguay. En ninguno de los casos el Ministerio del Interior se preocupó de esta situación.
A la escasez de efectivos policiales se le suma las pocas patrulleras con que se cuenta actualmente, ya que solo tres móviles están disponibles en algunas comisarias. La gran mayoría están en talleres o sobre tacos de madera.
Otro drama con que tropiezan los uniformados hace referencia al provisión de combustible, ya que a cada puesto que cuenta con un móvil se le destina un cupo mensual de G. 1.500.000. No obstante, este canje solo se puede realizar en la localidad de Loma Plata (Chaco central) o en el peor de los casos en Concepción.
La comisaría 1ª de Fuerte Olimpo, debido al estado calamitoso que presenta, actualmente esta siendo reparada gracias al trabajo de uniformados que hacen de albañiles en sus horas libres.