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Gamba, quien está procesado por cohecho pasivo agravado, una vez más –como lo viene haciendo junto al coprocesado abogado Juan Enmanuel Portillo–, recusó al tribunal de sentencia.
Con la recusación a los jueces Sonia Villalba, Rosarito Montanía y Juan Carlos Zárate, no se pudo dar continuidad al juicio oral que se pretendía llevar adelante en la propia sala del Hospital Militar.
La excusa de Gamba para recusar al colegiado es que realizó una denuncia contra los jueces ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, y que por esa razón ya no serían imparciales en el juicio oral.
La recusación también paralizó la inspección que debían realizar los médicos forenses Mirian Duarte, de la Fiscalía, y David Sandoval, del Poder Judicial.
Existen fundadas sospechas de que Gamba no fue intervenido de peritonitis la semana pasada. Los forenses también iban a constatar si el exfiscal estaba o no en condiciones de afrontar el juicio oral desde su “lecho de enfermo”.
Desde marzo de 2011 –hace más de 4 años–, Gamba y el también procesado Portillo vienen chicaneando para intentar extinguir la causa, que posiblemente ocurra en junio próximo.
Tanto Gamba como Portillo fueron sancionados por el tribunal por promover recursos dilatorios, con la “amonestación” y la anotación de esta medida en el legajo de ambos como abogados.
Los antecedentes
La causa por coima se inició el 3 de junio de 2009, cuando Gamba y el abogado Portillo –quien ofició de nexo– solicitaron primeramente US$ 150.000 al exdirector de Itaipú Víctor Bernal (entonces senador) para desvincularlo de un proceso penal. Cobraron US$ 90.000 y la entrega fue filmada con cámara oculta.