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El operativo estuvo a cargo de agentes del Departamento Contra Delitos Económicos de la Policía Nacional, quienes detuvieron como implicados en diversos procedimientos a María Liz Sánchez Espínola (20), Mario Osvaldo Draguicevich Florentín (36) y Alcides Salvador Sosa López (40).
El allanamiento tuvo lugar a las 10:30 en una vivienda que Britos Meza alquilaba en el barrio Santa Lucía de Lambaré, situada sobre la calle Juan de Ayolas 325 casi Río Verde.
Habría sido alertado
Fuentes señalaron que Rupert Britos habría sido alertado previamente de que los agentes iban en camino a su casa, por lo que tuvo tiempo para abordar uno de sus vehículos y fugarse.
Cuando llegaron los intervinientes, encabezados por la fiscala Irma Llano, procedieron a catear el inmueble, donde encontraron una caja que contenía 78 cédulas de identidad, 8 carnets de habilitación de vehículos y 3 cédulas verdes de la Dirección Nacional del Registro del Automotor.
Los uniformados también hallaron seis celulares de las marcas Samsung y BlackBerry, doce contratos privados de vehículos, una balanza de precisión, una notebook, una computadora de escritorio marca Guru y otra utilizada como servidor de circuito cerrado del sistema de seguridad del inmueble.
Encontraron también un paquete con 452,5 gramos de cocaína que fueron analizados y pesados por agentes del Departamento Antinarcóticos de la Policía.
También requisaron tres automóviles, un Mercedes Benz 600, un Chevrolet SS y un BMW azul, que tenían chapas correspondientes a otros rodados.
“Modus operandi”
Los agentes hallaron en la casa varios talonarios de cheque en blanco de Visión Banco que adulteraban al llenarlos con datos de los titulares de las cédulas de identidad para perpetrar sus golpes.
“Ellos utilizaban estos cheques adulterados o falsificados para cargar las tarjetas. Se los presentaban en casillas en alguna entidad financiera y cargaban en tarjetas”, explicó el subcomisario Diosnel Alarcón.
“Después usaban las tarjetas para efectuar compras de electrodomésticos y celulares de última generación, que después seguramente volvían a vender para obtener dinero”, añadió.