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La septuagenaria Fidelina Ruiz Díaz denunció que la residencia donde vive desde hace 40 años está a punto de ser rematada, en el marco de un juicio iniciado a partir de un pagaré adulterado. Se trata de un pagaré de G. 200.000, firmado en tiempos en que se desempeñaba como vendedora de la firma Enrique Matalón para poder retirar un anticipo de salario, en el que se antepuso “69” al monto original, para convertirlo en G. 69.200.000.
El remate fue dispuesto por la jueza en lo civil y comercial del 4º turno, Judith Gauto, a quien acudimos para consultar cómo pudo darse la situación referida por la denunciante y si el juzgado tomó los recaudos para cerciorarse de la validez del documento antes de ordenar el remate, pero la magistrada no nos recibió.
Fidelina denunció ante la fiscalía a su demandante Elena Soraya Saldívar, a los supuestos testigos Víctor Campuzano y Teresa Campuzano y al abogado José Méndez Méndez, por producción de documentos no auténticos, alteración de datos relevantes para la prueba, producción mediata de documentos públicos de contenido falso, estafa, apropiación y asociación criminal.
Pagaré “desapareció”
La fiscala Fernández solicitó a la magistrada Gauto la remisión del documento para realizar la pericia, pero llamativamente el mismo no se encuentra en el juzgado, según informó la actuaria.