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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional).El jurista Lelis Olmedo sostiene que la unidad fiscal que está a cargo de García de Zúñiga protege un esquema de contrabando de mercaderías falsificadas traídas desde China, a través de un avión carguero.
Los viajes e importación están administrados a través de una empresa denominada Global Logistic SA, gerenciada por los importadores y despachantes Javier Vázquez, Walid Amine Sweid, Ricardo Galeano y Juan Carlos Sosa, según la denuncia. La citada firma, a su vez, subcontrata la compañía Atlas Air, que es la propietaria de la aeronave.
El abogado cita un caso en particular, acaecido el pasado 26 de marzo ocasión en que se retuvo el “carguero chino” con base en una denuncia amplia de contrabando e ingreso al país de mercaderías falsificadas y peligrosas para la salud.
Sin embargo, según el jurisconsulto Olmedo, de nuevo la Fiscalía de marcas dilató largamente la intervención, dándoles tiempo a los importadores para intentar ocultar las evidencias de las falsificaciones.
El carguero llegó el miércoles 26 a la noche y la verificación fiscal se hizo recién el viernes a la mañana. Ese tiempo perdido hace suponer al denunciante que los contrabandistas ocultaron muchas mercaderías y falsificadas y peligrosas.
Ocultamiento
Es así que tras la intervención fiscal realizada por la agente Nilda Cáceres, se encontraron ocultas 53 cajas de teléfonos ilegítimos de diferentes marcas, valoradas en US$ 1 millón por agentes marcarios del Ministerio de Industria y Comercio, en un frigorífico del depósito del aeropuerto.
Lo grave es que funcionarios de la Dinac y de Aduanas presentaron documentos en que supuestamente esas mercaderías ya habían sido incautadas antes por el fiscal García de Zúñiga, cuando en realidad las cajas tenían etiquetas con números de guías correspondientes al vuelo que había sido retenido el 26 de marzo último, dice el jurista.
Olmedo sostiene en la acusación, que García de Zúñiga “se ha prestado en el emprendimiento criminal avalando e intentando dar veracidad y validez a dos notas fraguadas, ya que al ser consultada la fiscala interviniente (en este caso Nilda Cáceres) refiere tener conocimiento de la carga. Además intentó desviar la investigación, hacer desaparecer elementos de pruebas, frustrar la investigación penal en beneficio de los investigados en una causa donde, una vez más, no tiene intervención”.
A modo de antecedente, el mencionado profesional del derecho cita que García de Zúñiga ya está vinculado a otro caso en que había liberado 120 toneladas del mismo carguero chino, relacionándolo directamente con la organización.