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Los efectivos militares que se creyó estaban desaparecidos misteriosamente son el subteniente de Justicia Militar Rodrigo Tomás Portillo Duarte (31), y su pareja, la teniente de Intendencia Sandra Lorena Alcaraz (30). Ambos prestan servicio en el Ministerio de Defensa y residen en Raúl Peña casi Don Bosco del barrio Laurelty de San Lorenzo, según los datos policiales.
La madre de Rodrigo Tomás, Liliana Duarte de Portillo (67), se presentó ayer en la subcomisaría 5ª Central del barrio conocido como Calle’i de San Lorenzo, donde manifestó que su hijo y la mujer del mismo se encontraban con paradero desconocido desde la madrugada.
Tres visitantes
La señora expresó en su denuncia que una empleada que trabaja en la casa, identificada como Daniela, se puso en contacto con ella a las 07:00 de ayer y que le manifestó que sus patrones recibieron la visita de tres personas cuya identidad ella desconoce.
La doméstica le contó que los visitantes estuvieron en la vivienda hasta la madrugada, ya que cuando cerca de las 02:00 se retiró a la habitación de la hija de los militares para dormir, los invitados permanecían en la sala con la pareja de militares.
Ya en las primeras horas de la mañana la empleada se levantó y comenzó a buscar a los dueños de casa por las habitaciones, sin encontrarlos. Tampoco estaba en el garaje el vehículo de ellos, un automóvil Toyota Vitz de color verde y que tiene matrícula BXD 919.
Sin embargo, encontró en la sala los teléfonos celulares y documentos personales de sus patrones, hecho que le llamó la atención. Entonces contactó con el Ministerio de Defensa, donde le informaron que ninguno de los dos se presentó en sus respectivas oficinas, lo cual alarmó a la dependiente y avisó el caso a la madre del militar.
Tras efectuarse la denuncia correspondiente, el Centro de Operaciones Policiales (COP) impartió una orden de búsqueda y localización, tanto de la pareja como también de su rodado.
Además, se elevaron los antecedentes del caso al Ministerio Público para los trámites pertinentes.
Sin embargo, ya en horas de la noche, específicamente alrededor de las 20:00 de ayer, la pareja de militares se presentó en la comisaría donde se había denunciado sus desapariciones, y dijeron que habían ido a un motel y que permanecieron ahí, y por lo tanto, no estaban desaparecidos como creían sus familiares.
Toda la preocupación que causaron a sus familiares y la gestión policial se pudieron haber evitado con una simple llamada telefónica de aviso.