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Con patrocinio del abogado Rubén Darío Delgado, el empresario Walter Draguicevich relata los manejos irregulares que detectó en una de las cuatro cuentas que tiene en la institución, como presidente y miembro del directorio de Wadra SA.
El denunciante explica que la firma a la que representa realiza operaciones comerciales por sumas elevadas, motivo por el cual se vio en la necesidad de poner a resguardo su capital.
A petición de su hermano Antonio Draguicevich, que entró al grupo de accionistas de Ára, abrió cuatro cajas de ahorro en la entidad, para lo cual se constituyó en la casa central, ubicada sobre la avenida Mariscal López.
Ante los rumores de las dificultades por las que atravesaba la entidad, consultó con su hermano quien lo tranquilizó al decir que todo estaba subsanado y no pasaría a mayores, motivo por el cual siguió operando con normalidad y los depósitos se realizaron hasta abril inclusive.
El denunciante revela que constató, con gran sorpresa, que en una de sus cuentas, cuyo último movimiento de marzo de 2014 registraba un saldo de US$ 2. 525.585,66, aparece ahora con un saldo de US$ 1.029.501,96, sin que él ni su socio comercial de Wadra haya realizado retiro ni transferencia alguna, hasta porque él es el único autorizado para realizar extracciones de dicha cuenta.
“Por todo esto, procedo a organizar una reunión con los empleados de la firma y hacer un control de las documentaciones de depósitos de las sumas de dinero, para luego cotejar con las chequeras que se encuentran en mi poder, y allí me percato de que los montos no coincidían ni en lo más mínimo, puesto que existía un faltante de 1.500.000 dólares americanos. Así las cosas, solicito una auditoría en forma interna de los movimientos de la cuenta caja de ahorro en dólares, y luego de hacer una y otra vez el control, resulta que existe un faltante millonario”, afirma.
Los fiscales de la Barrial 2 son Carla Rojas, Sonia Pereira y Miguel Vera.
Cerebro del desvío
El banquero Carlos Sosa Palmerola, procesado por lesión de confianza, sindicado como cerebro de un desvío de US$ 14 millones, se presentó ante la justicia el 16 de junio pasado y permaneció en prisión hasta el 16 de julio último, cuando recuperó su libertad por disposición de la Sala Penal de la Corte (integrada por el ministro Sindulfo Blanco y los camaristas en lo civil Mercedes Buongermini y Nery Villalba), vía resolución ficta. Otras nueve personas están procesadas por este caso.