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Dijo que los datos indican que en el año 2016 ingresaron 16.970 juicios y que fueron dictadas 13.049 sentencias. “La diferencia entre juicios ingresados y sentencias es de 6.921. ¿Esta diferencia debe ser considerada mora? No. Si fuera así, la mora sería enorme. El tema es muy complejo, y hay que tener en cuenta muy diversos elementos de juicio para establecer la mora de los juzgados de primera instancia en lo civil y comercial de la Capital. Lo que podría sostenerse es que si (condicional) en el año 2015 ingresó el mismo número de juicios y en el 2016 solo fueron resueltos 16.970, en esa diferencia habría una porción considerable como morosa. Y así, sucesivamente, de año a año, produciéndose una mora acumulativa cada vez mayor”, manifestó el jurista en otra parte de su exposición.
Inexcusable
“De todos modos, es obligado hacer un cálculo inexcusable: el número de expedientes ingresados debe dividirse por 20, que es el número total de jueces en lo civil y comercial de la Capital. Esa división nos da como resultado 848 juicios para cada juzgado. Como el año judicial tiene aproximadamente 260 días hábiles – descontados sábados, domingos, feriados y feria–, suponiendo que todos queden en estado de sentencia el mismo año –lo cual es falso– para resolver 848 juicios en 260 días, el juez tendría que dictar 3,2 sentencia día. Y eso parece que no puede exigirse a ningún juez. La mora se vuelve inexcusable. Y resulta que el número de sentencias que dictaron los jueces en lo civil y comercial de la capital en el año judicial (13.049) es más que aceptable; es casi increíble: 2,3 sentencias por día”, enfatizó el doctor Mendonca.