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Los agentes explicaron que el jugador sangraba por las lesiones sufridas, por lo que lo dejaron ir para ser asistido. El abogado Orlando Mareco advirtió que la imputación es contradictoria, pues si los familiares del Topo fueron imputados por resistencia, es porque no hubo inacción policial.
La jueza Gricelda Caballero impuso ayer una fianza de G. 100 millones a los agentes y de G. 200 millones a Higinio Alfredo Cáceres Agüero, Paola Cáceres Centurión y Enrique Samaniego, padre, hermana y cuñado del jugador, en ese orden.