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La criatura, que fue hospitalizada en setiembre pasado en el Hospital Barrio Obrero tras ser rescatada de la calle, donde fue abandonado por su madre adicta, fue posteriormente derivada a la Clínica de la Divina Providencia de la Fundación San Rafael, donde recibió el alta el 26 de diciembre último.
Por esta razón, la defensoría de la niñez solicitó como medida de urgencia la entrega del bebé a una familia sustituta, de manera que no siguiera internado en la clínica destinado a pacientes en etapa terminal de cáncer y VIH.
Sensibilizados con la historia del pequeño Gonzalo, dos familias de voluntarios de la Fundación –una de Asunción y otra de Encarnación– se ofrecieron para cuidar al bebé, mientras se definía su situación legal. Una de las familias incluso se acercó a acompañarle en la clínica en Año Nuevo.
Mientras la espera por la resolución se extendía prácticamente a lo largo de todo el mes de enero, las enfermeras paseaban al niño en un carrito por las distintas habitaciones, a la par que atendían a los pacientes.
Durante la feria judicial, el caso tuvo tres jueces en el siguiente orden: Guillermo Trovato, del 1 al 10 de enero; Alicia González, del 11 al 20, y María Teresa Franco, del 21 al 31.
Trovato dio curso a la apelación de la guarda con efecto suspensivo, pero nada resolvió sobre la medida. La defensora Chávez presentó el primer urgimiento. González toma audiencia a la familia sustituta propuesta y pide informe socioambiental, diligencias realizadas con resultado favorable pero tampoco hubo resolución. Franco recibió el expediente completo y tampoco resolvió nada.
Finalmente el viernes 27 de enero pasado, ante la falta de resolución a pesar de la presentación de dos urgimientos, la defensora de feria Marina Soerensen dispuso la entrega del niño a la familia de Asunción, resolución ratificada por Franco el lunes pasado.
Guarda en apelación
El expediente principal está a cargo del Tribunal de Apelación, debido a una apelación presentada por la defensora de la niñez Luz Chávez, contra una resolución dictada por la jueza Cristina Escobar, que otorga la guarda del bebé a su abuela materna. Chávez apeló porque no se realizaron estudios psicológico y psicoambiental a la abuela, que considera necesarios debido al estado de abandono en que fue hallado el bebé y a que sus otros tres hermanos están en hogares.