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La rebelión carcelaria se inició a las 6:45 y tuvo su origen en una gresca entre reclusos desatada en el pabellón “C” del reclusorio, según el informe elaborado por la comisaría 1ª de Coronel Oviedo.
Los guardiacárceles, al mando del jefe de seguridad del penal, Anacleto Marín, intervinieron para tratar de apaciguar la trifulca, pero apenas ingresaron los ofuscados convictos los agredieron con una lluvia de cascotes y candados, al tiempo de golpearles con cadenas y palos.
El propio Marín y otros dos custodios resultaron heridos al ser alcanzados por los citados objetos contundentes y se vieron obligados a retirarse del pabellón. Seguidamente, los amotinados se bloquearon en la entrada y formaron una barricada con colchones, frazadas y mesas de madera, mientras que un interno, identificado como Cristian López, amedrentaba con un estoque en mano a los guardiacárceles que trataban de entrar al bloque.
El ambiente se caldeó cuando los reclusos prendieron fuego a la barricada y los custodios trataron de repeler sus ataques con disparos de balines de goma.
Al tornarse incontrolable la situación las autoridades del centro penitenciario tuvieron que pedir refuerzos a la Policía Nacional para contener la rebelión y reducir a los convictos. Igualmente, se pidió la presencia de bomberos voluntarios de Coronel Oviedo para sofocar el incendio provocado.
Una vez que los bomberos apagaron el fuego, un contingente compuesto por agentes de diversas dependencias, al igual que efectivos de Investigaciones y el Grupo Especial de Operaciones (GEO), al mando del jefe de Orden y Seguridad del Departamento de Caaguazú, Crio. Princ. Willian Giménez, ingresaron a la penitenciaría regional con el propósito de reducir a los rebeldes y asistir en la restauración del orden.
También se efectuó una requisa en que se incautaron de numerosos estoques de fabricación casera.
Balance de heridos
Fuentes policiales y penitenciarias informaron que tres guardiacárceles y dos reclusos resultaron heridos durante el amotinamiento ocurrido ayer.
El jefe de Seguridad del penal, Anacleto Marín, así como los custodios Miguel Cardozo y Víctor Balbuena acusaron heridas en el rostro, al ser alcanzados por los cascotes y candados que fueron lanzados por los convictos.
Así también, dos internos del penal, individualizados como Gustavo Ramón Gauto (21) y César Damián Mareco Núñez (21), resultaron con lesiones en la cabeza y el cuello, producto de los impactos de los balines de goma disparados por los guardiacárceles.
Los dos reclusos fueron trasladados al hospital regional de Coronel Oviedo para la atención médica y quedaron internados, bajo la custodia de funcionarios penitenciarios.
El plan desestabilizador
Un informe de inteligencia que llegó a manos del presidente de la República, Horacio Cartes, dio cuenta de que el poderoso narcotraficante Jarvis Chimenes Pavão estaría financiando una serie de rebeliones en cárceles con el propósito de negociar su eventual extradición al Brasil, prevista para el año próximo. Fue por ese motivo que se dispuso su traslado al cuartel de la Agrupación Especializada de la Policía.