Cargando...
Entre las irregularidades detectadas, la Contraloría menciona el pago injustificado de honorarios a “abogados amigos”, las pésimas condiciones en que se guardan armas y municiones, etc.
En cuanto a la posible comisión de delitos, hace referencia a la compra de 500 motos (ver infografía) de las cuales se entregaron 98 máquinas inservibles a la institución. Esto lo admite la propia Policía, que responsabiliza a Filizzola.
También se menciona la compra de muebles para dependencias policiales, que están en un depósito. Esto, según la respuesta de la Policía, es porque Filizzola volvió a comprar los mismos muebles que la institución policial ya adquirió.
La Contraloría detectó hasta la realización de cursos fantasma, por los cuales se pagaron sumas millonarias, llamativamente a la empresa Proibérica.
En su descargo, el Ministerio del Interior apuntó que la administración actuó en base a las normas y disposiciones legales establecidas para las compras. Empero, Contraloría se ratificó en que hay indicios de la comisión de hechos punibles.
La Policía en sus descargos se lanzó con todo contra la administración de Rafael Filizzola, que se había quedado con la administración del presupuesto de la institución policial desde el año 2009. Este periodo fue mediante una intervención.