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Además de la demanda civil, el caso tuvo una denuncia penal con base en el capítulo “La Persecución” del libro “La Familia detrás de las Cámaras” de Wiens, donde se hacía mención a delitos como trata de personas, tráfico de niños y órganos.
El caso había tomado estado público en 2012 cuando en una de las páginas del material se hacía mención a un castigo divino (“Dios es justo”) por los delitos anteriormente mencionados.
Ruiz Díaz indicó que si bien la autora del libro no mencionó a la familia Cubas y dio nombres ficticios, varios testigos indicaron que “no podía tratarse de otra familia”. A su vez, señaló que el libro no tuvo carácter “privado”, porque se llegó a comercializar.