Cargando...
El colegiado sostuvo que supuestamente el condenado manifestó al colono menonita Helmut Friesen que “una de estas tres personas va a dejar de respirar”, como dando a entender que cometería un crimen.
El presidente del colegiado argumentó que el forense determinó que Margarita Dyck murió ahogada en el tanque australiano, no por su voluntad. “Tenía cianosis, con espuma en la boca, síntomas del ahogamiento seco”, indicó Fleitas.
“Bernhard Harder declaró que en tres oportunidades se zambulló en el tanque australiano y no halló a su esposa. Sin embargo, las pruebas científicas determinaron que el cuerpo flotó inmediatamente porque tenía aire en los pulmones”, indicó la fiscala Teresa Sosa.
“En segundo lugar, la inspección ocular corroboró que el fondo del tanque era escalonado, sin profundidad en las orillas, por lo que no pudo ahogarse”, manifestó la agente fiscal.
Móvil del crimen, la codicia
“Margarita le pidió el divorcio y debía hacer la liquidación de bienes. Estamos hablando de US$ 2 millones. Él ya tenía una relación con una amante”, manifestó la fiscal coadyuvante. El móvil fue la codicia, el no querer dividir lo que les correspondía a su esposa e hijos, aseguró Sosa tras la condena.
Cuestionan a fiscal
El tribunal de sentencia cuestionó al fiscal Alan Schaerer por haber solicitado 30 años de prisión para Harder Dyck. Sobre todo porque la ley que amplía la pena de 25 a 30 años aún no estaba vigente cuando ocurrió el crimen, el 1 de setiembre de 2008. “Creó falsas expectativas en la sociedad”, indicó el tribunal.
Los defensores Álvaro Arias y José Casañas anunciaron que apelarán la condena.
En puerta, otro juicio oral
- Bernhard Harder Dyck en poco tiempo enfrentará su segundo juicio oral y público por el homicidio de sus exsuegros, Peter Dyck Braun y Ericka Fensky, asesinados el 9 de agosto de 2010.
- El matrimonio asesinado llevaba adelante la querella adhesiva por el crimen de Margarita.
- Bernhard Harder Dyck fue beneficiado con el sobreseimiento provisional porque faltaban diligencias que realizar. Los fiscales Teresa Sosa y Alan Schaerer presentarán la acusación y el pedido de juicio oral. Están procesados los supuestos sicarios Gregorio Garay (48) e Isidro Borges Cabrera (26), quienes habrían cobrado unos G. 80 millones de la ganadera propiedad de Harder Dyck.