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El tribunal de sentencia de Ciudad del Este, integrado por las juezas Zunilda Martínez, Alba Meza y Haydée Barboza, indicó que fue probada la acusación de la fiscala de Derechos Humanos, Liliana Zayas, por lesión corporal en el ejercicio de funciones públicas.
De acuerdo a los datos, el hecho ocurrió en julio de 2012 en el kilómetro 10 de la Ruta “Gaspar Rodríguez de Francia”, y fue denunciado por Alberto Medina Rodríguez, ya que resultó víctima su hijo Anderson Medina Giménez.
Cañete Cáceres, que en ese entonces se desempeñaba como agente policial asignado a la subcomisaría 46ª del barrio San Juan, dio “apoyo” a una innecesaria persecución del vehículo del denunciante y realizó disparos contra este, quien resultó herido en uno de los hombros.
La víctima fue “perseguida” a raíz de que los tripulantes de una patrullera de la comisaría 8ª de Minga Guazú, entendieron como pedido de “auxilio” unas señas realizadas por el tío de este, Benjamín Iglesias, que lo escoltaba en una camioneta.
El joven no detuvo la marcha debido a que no contaba con la documentación en regla y pidió a su padre que le acerque los papeles. Sin embargo, los efectivos pidieron “apoyo” de otros policías, entre ellos el hoy condenado, quien realizó disparos al rodado e hirió al joven.