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Específicamente, Gamarra pretende usufructuar salidas transitorias durante los días viernes desde las 18:00 hasta las 18:00 del domingo, y en especial y de manera extraordinaria, del 24 al 26 de diciembre y del 31 de diciembre hasta el 2 de enero del 2016.
A través de un escrito presentado ante la jueza penal de ejecución de sentencia Lourdes Scura, la abogada Paola Palavecino señala que el padre de Gamarra tiene 80 años de edad, tiene dificultades para movilizarse y sería de gran ayuda la compañía de su defendido, puesto que el anciano es viudo y vive solo en un casa ubicada a pocas cuadras de la Agrupación Especializada.
“Es necesario restablecer este vínculo familiar de padre e hijo, en esta etapa final de la vida de Don Arsenio. Un desayuno al lado de su hijo, después de tantos años, no solo implicaría la reinserción de Walter Gamarra, sino el compromiso del Estado de velar por los derechos de los adultos mayores”, alega Palavecino.
Asimismo, la letrada alega la necesidad de que Gamarra restablezca los vínculos con sus dos hijos, actualmente con 30 años, que han perdido a su madre como consecuencia de un cáncer galopante.
La defensora fundamenta su petición en lo previsto en los artículos 20 de la Constitución Nacional, los artículos 39 y 51 del Código Penal, referentes a la reinserción, así como el artículo 6 de la Ley 210/70.
La jueza Scura solicitó el parecer de la fiscala Lina Naumann antes de expedirse sobre el particular.
Cabe señalar que la magistrada –en coincidencia con la postura de la Fiscalía– rechazó recientemente y por segunda vez, el pedido de libertad condicional requerido por la defensa. Ambas se basaron en informes psicológicos que recomiendan la realización de tratamientos psicoterapéuticos que si bien se han iniciado, no han concluido aún.
Condena
Gamarra fue condenado por homicidio doloso a 25 años de pena privativa de libertad, la máxima pena prevista por la legislación vigente en la época. El condenado fue filmado por medios televisivos cuando disparaba a mansalva hacia la multitud, en la vía pública, en 14 de Mayo entre Palma y Presidente Franco, durante la manifestación conocida como “Marzo paraguayo”. Para el efecto, Gamarra utilizó un rifle con mira telescópica y una pistola 9mm.