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Cañiza fue sentenciado a 9 años y 6 meses de cárcel y a dos años de medidas de seguridad, al igual que su pareja Miguel Ángel Benítez.
Los condenados habrían abusado sexualmente de al menos 10 niños del barrio San Isidro de San Lorenzo, pero solo se les condenó por la declaración de un menor de 15 años, que ahora es travesti.
La defensa alegó que Cañiza, de 62 años de edad, pretende rehacer su vida, que no registra antecedente por indisciplina en la prisión, donde se desempeña como panadero. Cañiza compurgará su pena el 16 de junio del 2017.
La fiscala Liz Cowan se opuso a la concesión del beneficio, en atención a rasgos de la personalidad del condenado considerados preocupantes, como la “falta de control de sus impulsos”. Asimismo, destacó que la imposición de medidas de seguridad evidencia la gravedad del hecho que derivó en su condena y la peligrosidad del condenado.
El magistrado Cuevas concluyó que no se dan las condiciones para otorgar la libertad condicional a Cañiza, pues a su criterio –de acuerdo con el informe del trabajador social y del psicólogo– existe la posibilidad de que reincida en el ilícito que motivó su condena.
Otro aspecto considerado por el magistrado fue la informalidad de la propuesta laboral.