Condena y cárcel por “reclutar” a jóvenes para la explotación laboral

Un Tribunal de Sentencia condenó a 4 años de prisión y envió a la cárcel a Aníbal Aquino, acusado de “reclutar” a compatriotas con fines de explotación laboral en Chile. Baldovino López fue igualmente condenado ayer por trata de persona, pero a una pena menor y con suspensión.

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La sentencia, resultado del fallo unánime del Tribunal presidido por Carlos Hermosilla e integrado por Sandra Farías y Fabián Escobar, fue divulgada ayer, al término del juicio oral y público iniciado el 16 de febrero pasado.

La fiscala Teresa Martínez solicitó una condena de 5 años de cárcel para Aquino y de dos años con suspensión a prueba de la condena para López.

A su vez, los defensores coincidieron en solicitar absolución para ambos acusados, tras argumentar que a su criterio, no se demostraron los hechos acusados.

El colegiado consideró que los pocos testimonios a favor de los acusados, coincidentemente de familiares y amigos de la familia, no condicen con los numerosos relatos de víctimas sobre las penurias sufridas en el país andino, así como la profesional que brindó contención a las víctimas y de los policías chilenos que participaron en el rescate de 56 compatriotas.

“Los policías chilenos también declararon vía videoconferencia, dieron su testimonio (...) pintaron un panorama nada alentador de lo que habían encontrado en estos fundos chilenos, explicaban como era la alimentación de la gente, hablaron del frío, de la distancia que había de los fundos a los centro urbanos y el oficial Montenegro (Esteban) llegó a decir que aquello era tan feo incluso comparado con los guetos alemanes para con los judíos, que él tuvo oportunidad de conocer a los guetos y que eso era peor aún”, explicó el juez Hermosilla.

“Y la señora equiparaba al lugar de trabajo de esa gente como un lugar propio para que habiten los cerdos”, recordó el magistrado.

El juez sostuvo que no es posible que los acusados desconocieran las condiciones en que se encontraban los compatriotas que ellos enviaban a trabajar en Chile, pues además de que distintas víctimas contactaron con ellos en busca de ayuda, sus propios familiares estuvieron en el lugar, pero en mejores condiciones. El caso, denunciado en mayo del 2011 por tres paraguayos que escaparon de viñedos del empresario y excandidato a presidente de Chile Francisco Javier Errázuriz, permitió rescatar a 56 compatriotas.

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