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La sentencia, aplicada por el Tribunal de Sentencia presidido por Pedro Nazer e integrado por Rosarito Montanía y Victoria Ortiz, está conformada por 22 años de pena privativa de libertad y otros 7 de medida de seguridad.
Las pruebas producidas en juicio fueron abundantes y demostraron en forma contundente las atrocidades a los que el ahora condenado sometió a las criaturas, durante tres años, atendiendo a que se encontraron filmaciones de los abusos del año 2011 y el hecho fue denunciado recién en el 2014.
En la denuncia presentada por la madre revela que tras encontrar un mensaje que Rodríguez envió a su hija por la red social Facebook, en la que decía que iba a filmar las relaciones sexuales que iban a tener, interrogó a la niña y al confirmar el abuso, recurrió a las autoridades.
Las víctimas son hijos de una mujer con la que Figueredo Rodríguez entabló una relación y, según se probó en juicio, sufrieron abusos sexuales dos niñas de 12 y 10 años y un niño de 7 años. Una niña de solo 2 años, la menor de los hermanitos, presenció las violaciones y también sufrió manoseos.
En juicio, el acusado, quien tiene 30 años de edad, no negó los hechos, dijo que sabía que no tenía control sobre el trastorno sexual, que desde los 12 años sentía inclinaciones hacia este tipo de conductas y pidió castración química.
“En el tiempo que me lleva estar en la magistratura esta es la primera vez que vi un caso tan deleznable y que pudo probarse como habíamos manifestado al momento de fundamentar. Normalmente este tipo de actos se produce en la clandestinidad, pero este señor filmaba y tenía fotos de esas relaciones sexuales, o sea, plenamente probado”, explicó Montanía.