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La sentencia fue dictada por el juez Alcides Corbeta el 29 de febrero del año 2000, en coincidencia con lo solicitado por el entonces fiscal del caso Óscar Delgado, actual juez penal de garantías.
“A lo largo del proceso no se arrimaron elementos de convicción que demuestran la existencia de un móvil o causa, que haya impulsado al imputado José Félix Quintana a quitarle la vida al menor Eric Rubén Astorga, no demostrándose por lo tanto la existencia de dolo en su accionar, configurándose por lo tanto en homicidio culposo, delito previsto y penado en nuestro Código Penal vigente”, sostuvo Delgado.
La abogada Gilda Burgstaller, representante de la familia Astorga-Benítez, solicitó condena de 25 años de cárcel para Quintana.
“Lo que pasó a mi hijo no fue un accidente, fue un crimen alevoso de ese asesino, fiera... No puedo creer que este juez le haya dado solo cinco años”, expresó Dalia Benítez, madre del niño, quien incluso hizo huelga de hambre y sentata frente al Palacio de Justicia, en el año 1999.
El 27 de noviembre de 2000 Quintana abandonó la cárcel de Tacumbú, beneficiado con la libertad condicional.