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Poco después de las 01:00, el menor de edad llegó hasta el surtidor del emblema Petrobras e ingresó a la sección de ventas donde encaró a la cajera Estela Jara con una revólver de juguete, envuelto en una toalla.
El intruso ordenó a la mujer que le entregue todo el dinero que en ese momento tenía en la caja registradora, unos 250.000 guaraníes, con los que escapó del lugar.
Taxistas que se percataron de lo ocurrido alertaron a los policías y tras una corta persecución, el sospechoso fue detenido y de su poder se recuperaron el monto sustraído y el arma de juguete utilizada.
Al principio, el adolecente aseguró que había perpetrado el golpe para la compra de medicamentos para su madre. Pero, luego confesó que en realidad iba a utilizar el dinero para la compra de droga, ya que supuestamente es adicto al crack.